Cuales son los factores ESG
Los factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) son los criterios necesarios para medir la sostenibilidad de una inversión a medio y largo plazo, teniendo en cuenta no sólo los factores financieros, sino también los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza para emitir un juicio destinado a certificar la sostenibilidad de un emisor, un valor o un fondo.
En general, los tres términos significan:
- Medio ambiente: el compromiso de una empresa con las cuestiones medioambientales y de sostenibilidad, si adopta políticas para combatir la contaminación del aire y del agua y el despilfarro de recursos naturales y la deforestación;
- Social: formas de valorar a los individuos dentro de la empresa, si adopta políticas cualitativas para el entorno laboral, las relaciones sindicales, el control de la cadena de suministro, así como la atención a la diversidad de género, de habilidades y de edad, las normas laborales y las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo;
- Gobernanza: explicitar los valores vinculados a la forma de administrar la empresa, por ejemplo, la ética y la transparencia en el gobierno corporativo y la presencia de consejeros independientes o no ejecutivos, las políticas de diversidad en la composición de los consejos de administración, la presencia de planes y objetivos de sostenibilidad.
Un enfoque estratégico de la responsabilidad social de las empresas, según la Comisión Europea, puede aportar varios beneficios en términos de gestión de riesgos, reducción de costes, acceso al capital para la financiación de empresas y relaciones más sólidas con los clientes.
Según un informe del Foro de Finanzas Sostenibles, las empresas más comprometidas con la elaboración de informes de sostenibilidad también se benefician en términos de rendimiento financiero.
La pandemia ha centrado parte de la atención en los mercados de valores y en la importancia de los factores ESG, que han permitido a las empresas que ya prestaban atención a la gestión de estos riesgos afrontar mejor la crisis, y lograr financiación de circulante.
Sostenibilidad en Europa
La Unión Europea ha situado la sostenibilidad en el centro de sus prioridades, tras la firma del Acuerdo Climático de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, con el fin de implantar un modelo de crecimiento empresarial cada vez más centrado en las cuestiones medioambientales.
En 2018, la Comisión Europea puso en marcha el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, cuyo objetivo es aumentar los proyectos sostenibles y apoyar los criterios ESG para la gestión del riesgo. El Plan consta de 10 acciones:
- Introducción de una taxonomía comunitaria para las finanzas sostenibles.
- Creación de normas de calidad y certificaciones de la UE para los bonos verdes.
- Aumento de la inversión en infraestructuras sostenibles.
- Modificación de las directivas MIFID II e IDD y de las directrices de la AEVM bajo el lema de la sostenibilidad.
- Transparencia en la construcción de puntos de referencia de sostenibilidad.
- Adopción de criterios ESG por parte de las empresas de captación de capital y de estudios de mercado.
- Propuesta de ley para incluir criterios de sostenibilidad en la definición de «deber fiduciario», para obligar a los inversores a actuar en el mejor interés de los beneficiarios.
- Posibilidad de introducir reducciones en los requisitos de capital mínimo en las inversiones sostenibles.
- Mejorar la calidad y la transparencia de los informes extrafinancieros de las empresas, teniendo en cuenta las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre la Divulgación Financiera Relacionada con el Clima del Consejo de Estabilidad Financiera.
- Integrar los criterios ESG y el enfoque a largo plazo en las decisiones de los consejos de administración de las empresas.
Algunas de las acciones del plan de acción ya han sido iniciadas por la Unión Europea.
La puntuación y la calificación ESG
A medida que aumentan los problemas de sostenibilidad, también lo hace la necesidad de contar con herramientas adecuadas para medir el rendimiento de las empresas en términos de ESG.
Por lo tanto, las puntuaciones y calificaciones ESG nacieron precisamente para resumir el grado de sostenibilidad de una empresa, en las tres dimensiones ya mencionadas.
¿En qué se diferencian estas puntuaciones de las de los créditos?
En el caso de las calificaciones crediticias y las puntuaciones, en primer lugar, hay una medida observable que debe estimarse; en cambio, para las calificaciones y las puntuaciones ESG hay múltiples cantidades observables (tanto cuantitativas como cualitativas).
Las agencias de calificación especializadas adoptan dos tipos de medidas:
- Cuantitativo: evalúa la sostenibilidad de los resultados de una empresa a partir de los datos disponibles recopilados según las normas internacionales;
- Cualitativo: consiste en la recogida de datos e información de las empresas calificadas mediante cuestionarios sobre las tres dimensiones ESG y luego según enfoques metodológicos diferenciados.
Qué motiva a las empresas a tener una calificación ESG
Además de los factores de gestión de crisis, existen otras motivaciones igualmente válidas para que las empresas compartan los valores de la Responsabilidad Social Corporativa, entre ellas: la elaboración de informes de sostenibilidad, la mejora de su reputación corporativa. También son varias las ventajas de tener una calificación ESG:
- La presentación de informes sobre los propios resultados en materia de sostenibilidad
- Mejor posicionamiento y ampliación de las posibilidades de negocio
- La contención del riesgo de reputación
- Seguimiento de los parámetros de eficiencia y productividad
- La apertura de canales preferenciales para acceder a las inversiones
- La posible mejora de los costes de financiación
Las empresas que desean mejorar su perfil de sostenibilidad también llevan a cabo una evaluación de la cadena de suministro ESG (la evaluación del riesgo de sostenibilidad de sus proveedores dentro de la cadena de suministro), obteniendo varios beneficios de ello, como la satisfacción de las demandas de los consumidores más sensibles a los problemas y la reducción del riesgo de ineficacia e interrupciones en la cadena de suministro.
En conclusión, las empresas que hacen uso de estrategias ESG no sólo tienen un impacto positivo en la propia empresa en términos de reputación, sino que también tienen una mayor influencia en la conciencia de los consumidores sobre a quién comprar.
También tiene un impacto significativo en las decisiones de los inversores: estarán más concienciados y predispuestos por el hecho de que la inversión supondrá beneficios positivos tanto para la sociedad como para el medio ambiente.